Torreblanca y algo más que mosquitos
Durante nuestro trabajo de
vigilancia de mosquitos se presentan algunas ocasiones que vale la pena plasmar
con algunas fotografías.
La primera corresponde a la
aparición de un odonato de la especie Aeshna
isoceles (Müller, 1767). Se puede ver normalmente posado sobre su hoja
preferida pero, en ocasiones, realiza un vuelo suspendido.
Figura 1. Vuelo suspendido de Aeshna isoceles en un canal de Torreblanca. (Foto: J. Rueda)
Figura 2. Aeshna
isoceles en reposo “tuneado”. (Foto: J. Rueda)
Otra fauna de interés:
La aparición de vertebrados poco
habituales invita a la reflexión de que en Torreblanca no todo son mosquitos y
playa. La primera foto es de un mochuelo (Athene
noctua) que se sitúa frecuentemente en una chimenea abandonada.
Figura 3. Athene noctua en su puesto de vigía (Foto: J. Rueda).
La siguiente observación fue de un
lagarto ocelado (Lacerta lepida), de
un tamaño cercano a los 45 centímetros, cruzando el camino antes de cargar agua
para realizar los tratamientos biológicos contra las habituales larvas de
mosquitos.
Figura 4. Lacerta
lepida cruzando un camino (Foto: J. Rueda).
Nuestro trabajo implica
siempre ir con prisas y optimizar el tiempo con las labores de vigilancia. Sin
embargo, estoy seguro que Torreblanca tiene un potencial incalculable con
respecto a su fauna salvaje. Otra forma de disfrutar de un entorno privilegiado
del municipio, la fotografía. El lugar de avistamiento de estos vertebrados se
produjo en la partida denominada “El Campas”, una zona que será transformada en
un campo de golf. Tal vez haya que reflexionar ¿no os parece?